Es el proceso natural por el que la miel, al tratarse de una solución sobresaturada de azúcares, pasa de estado líquido a sólido, lo cual no significa que pierda sus propiedades o esté adulterada, al contrario, es un indicador dela calidad de la misma. Los factores que más influyen en dicho proceso son: los niveles de glucosa – fructosa, la temperatura ambiente, y el origen floral.
La temperatura es una de las razones que afectan a la cristalización de la miel. Con temperaturas ambientales en torno a los 14º el proceso de solidificación se produce más rápido. Y cuantos más grados por encima o por debajo, el proceso se ralentiza.
Para recuperar su estado líquido se puede calentar al baño maría sin sobrepasar la temperatura de 35º, nunca en el horno o microondas ni al sol.
Debe permanecer en un sitio seco, a temperatura ambiente, alejado de fuentes de calor y de los rayos del sol, ya que las altas temperaturas y la exposición directa al sol degradan las propiedades de la miel.
Los niños menores de un año no deben consumir miel, para evitar el botulismo